Levé, je t’aime

Me tropiezo en la calle a menudo. A veces me pongo seria porque en realidad quiero llorar pero me da vergüenza. No me gustan mis pies. He besado a muchos, muchos hombres. Cuando veo un perro hablo como imagino que hablan los perros. Solía llorar mucho, muy seguido. Huelo la comida antes de llevarla a mi boca. Desde que me besé con alguien la primera vez siento ansiedad todo el tiempo. Les turistas me deprimen. Me gusta coger por la mañana. Los caballos me dan miedo. Cuando le doy la primera pitada a un tabaco me angustio. Puedo decir “tener sexo” en lugar de “coger”. Las uñas de mis pulgares son deformes porque me como la piel de los dedos. A veces tengo mal aliento. Lloro poco. Las bandas tributo me deprimen. Jamás digo “hacer el amor” porque me da asco. Soy vegetariana y no extraño comer carne pero extraño mucho la satisfacción de desear, por ejemplo, un sándwich de vacío. Deseo con todo mi corazón ser escritora. El frío me da ganas de suicidarme. Cuando conocí a mi último novio pensé que tal vez era gay. Me distraigo con facilidad. Me gusta tomarme fotos cuando lloro. Sudo poco. Me gusta el término “follar” por eso cumplí mi sueño de cogerme a un español. El único signo del zodíaco en el que creo es Virgo, porque es el mío. El español que me cogí en realidad era catalán. Guardo muchos secretos. Nunca tuve una tarjeta de crédito. Estoy enamorada. Los diminutivos me suenan a pedofilia. Me gustan las películas basadas en hechos reales. Me gustaría ser más cínica. Suelo silenciar a gente en las redes sociales. Me pregunto a menudo a qué se dedicaron las profesoras de mecanografía. Fantaseo con que alguien me mire mientras tengo sexo. Me descompone cada vez que alguien habla de libertaries para referirse a personas de extrema derecha. Ir a la peluquería me da culpa. En algún momento del día necesito estar en posición horizontal. Soy consciente de lo que molesta el lenguaje inclusivo y lo uso por eso, porque molesta. Durante mucho tiempo estuve convencida de que sería famosa. No entiendo portugués y cada vez que escucho a alguien hablarlo imagino que está diciendo algo gracioso o festivo, aún cuando sea Bolsonaro amenazando con matar a alguien. Cuando leo un libro en otro idioma pienso todo el tiempo en la persona que lo tradujo. Durante muchos años, al pasar por un negocio de la calle Florida en Buenos Aires, leí la frase “de todo laberinto se sale por arriba” y la fui interpretando en distintos momentos de mi vida, de acuerdo a lo que me convenía. Sé el número exacto de la cantidad de hombres con los que estado y es de tres cifras. El libro que escribió Édouard Levé es el libro que yo hubiera deseado escribir.

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Respuestas

  1. Avatar de Julieta
    Julieta

    Para que te sientas mas cerca de ser escritora. Yo te lei.

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  2. Avatar de Alejandro
    Alejandro

    Es mi primera vez en un blog creo. Me gusta.

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  3. Avatar de Cachi
    Cachi

    Que bueno leerte amea!

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